Protege Tus Tuberías en el Invierno
Ya estamos en el mes de Noviembre y la temperatura comienza a bajar. Es hora de ir preparando nuestros hogares para el frío del invierno. Las bajas temperaturas del invierno frecuentemente congelan el agua que transita por las tuberías. Esto hace que el suministro de agua se interrumpa hasta que el el hielo se desaparezca de los tubos y el agua vuela a circular con normalidad. Sin embargo, si el frío es extremo, la tubería ya de plástico o de cobre, pude estallar causando filtraciones e incluso inundaciones en el hogar. Por eso es recomendable tomar precauciones para proteger las tuberías. La inversión en la protección siempre será menor a la de una reparación.
La tuberías que se encuentran a la intemperie o en el interior de los pisos superiores como en los ático, son las que más riesgo tienen de congelarse ya que no tienen acceso al calor. Por este motivo es importante aislar los tubos del frío con material aislante (polietileno, caucho sintético, lana mineral, etc.). Después, se forran con una tela para formar un manto protector. Puede ser de cualquier tejido, pero es preferible usar telas gruesas y opacas o incluso láminas de goma. Para terminar se sella con una cinta adhesiva gruesa e impermeable. Revisa si tu contador de agua se encuentra en el exterior de tu hogar. Si este es tu caso, también asegúrate de cubrir y aislar el contador.
Continuando con el exterior de la casa, asegúrate de guardar todas las mangueras que estén afuera en los jardines o terrazas exteriores. Cierra las llaves de paso que conducen el agua a los grifos exteriores y drena el agua restante de las conducciones. Esto es esencial, ya que el agua que se queda puede correr el riesgo de congelarse y causar que la tubería estalle.
Otro punto a tener en cuenta es revisar si hay grietas u orificios en las superficies cerca de las tuberías. Si encuentras alguna, sellala inmediatamente ya que estas aberturas estas permiten el paso del frío a las tuberías.
Pro Tip: En caso de una ola de frío extremo deja que algún grifo goteando levemente para permitir que el agua fluya y no congele la tubería. También puedes abrir los armarios y gavetas de los fregaderos para permitir que circule en el interior el aire caliente de tu casa.