Si tienes un cliente nuevo que quiere cambiar la bañera del baño principal o quiere poner cerámica nueva en los pisos de la cocina es necesario que le hagas un presupuesto de trabajo. Cuánto más profesional sea, más posibilidades tendrás de obtener el trabajo.
El presupuesto es tu carta de presentación y funciona como un contrato cuando es aceptado por el cliente. Debe ser claro, conciso y detallado al máximo para que no queden dudas sobre cuánto tendrá que pagar tu cliente y cuánto tiempo te tomará completar el trabajo.
Aunque no hables el inglés a la perfección intenta comunicar el servicio que tu ofreces en el idioma que tus clientes entienden. Por lo general, tu labor habla por ti, pero tus clientes no querrán adivinar tus intenciones. Si no hablas ni escribes bien el inglés, quizás alguno de tus compañeros de trabajo manejan mejor el idioma para ayudarte a armar y comunicar el presupuesto.
Debes poder proyectarte en inglés para lograr tener mejores posibilidades de seguir trabajando. El éxito dependerá de cómo te presentas al cliente y cómo logras diferenciarte de los demás. Las primeras impresiones cuentan, así que no desperdicies oportunidades. Preséntate serio y profesional.
Ármate por adelantado un presupuesto básico en inglés, con los términos mas utilizados. Para esto, averigua cómo se dicen y cómo se escriben. Pide ayuda. Utilice traductores digitales. Habla con otros profesionales de tu rubro para saber cómo ellos resuelven este dilema.
Recuerda que hasta que te eligen, hay otros profesionales compitiendo para hacer el mismo trabajo que tu propones y el precio es solo uno de los factores que los clientes tomarán en cuenta.
Un buen presupuesto es una herramienta indispensable que trata de conseguir equilibrar el total de los gastos, las horas de trabajo, los recursos utilizados y el margen de beneficio que quieras tener.
Al armarlo intenta contestar las siguientes preguntas:
¿Cuánto cuesta el material?¿Cuántas horas tuyas o de otros necesitas?¿Qué gastos directos e indirectos tienes?¿Cuáles son los gastos de herramientas o maquinaria que necesitarás usar? ¿Cuánto quieres ganar?¿Cómo está el mercado en tu zona? ¿Cuál es la mejor forma de pago por tus servicios y que le funcione al cliente?
Al entregarle un presupuesto a un cliente le estás dando un mapa a seguir para la realización de un proyecto ansiado. Le estás detallando paso a paso cómo cumplirá su meta. Para que seas exitoso, es importante que tengas idea de los precios de la competencia y también saber hasta dónde están dispuestos a pagar los clientes de más.
Por más que quieras hacer el trabajo debes evitar poner un precio demasiado bajo porque devaluará el valor de tu trabajo. Además, corres el riesgo de no cubrir tus gastos. Debes recordar que tu negocio funciona de referencias boca en boca por lo que no quieres armar un presupuesto con precios demasiado bajos porque te resultará más difícil incrementarlos para/con otros clientes.
A su vez, ten cuidado de fijarlos demasiado altos o muy por encima del precio medio de mercado porque puedes perder un cliente antes de iniciar una negociación. Si decides crear un presupuesto en un rango por encima de la media de tus competidores, debes justificar porqué tus precios son más altos, ya sea porque tu producto final es mejor, la calidad de tu trabajo es inigualable, logras terminar en tiempo y forma sin complicaciones, puedes completar el trabajo antes que la mayoría de tus competidores. Recuerda que quieres ganar dinero pero también quieres ganar una base de clientes que te vayan a recomendar a sus amigos, y/o empresas.
Todo presupuesto debe incluir lo siguiente:
*Nombre y fecha del proyecto.
*Datos de la empresa: Pon los datos de tu empresa como el nombre, el teléfono y/o el correo electrónico para que se puedan contactar contigo fácilmente.
*Datos del cliente: Agrega el nombre del cliente, el domicilio y datos de contacto del mismo.
*Concepto: Detalla el trabajo a realizar incluyendo los diferentes productos y servicios desglosando parte por parte las diferentes etapas de trabajo con sus respectivos costos.
*Importe: Fija tu precio incluyendo los gastos de operación y las ganancias. Debes indicar si el impuesto está incluido en tu precio.
*Modo de pago: Deja en claro si la forma de pago es en efectivo, mediante transferencia bancaria o por tarjeta de crédito. Establece de antemano la entrega de un anticipo. Por lo general, en el caso de que tengas que adquirir material o contratar servicios de terceros, conviene acordar un porcentaje de adelanto del importe total.
*Plazo de entrega: Destaca cuánto tiempo te tomará concluir con el proyecto presupuestado y agrega los plazos intermedios de las diferentes etapas si el proyecto es más complicado. Es importante cumplir con éstos plazos y planificarlos con mucha anticipación porque quieres ganar un cliente que pueda recomendar tus servicios.
*Alcance del trabajo: Evita un error común que es detallar lo que se incluye, pero no dejar por escrito lo que no está incluido. El cliente puede pensar que ciertos servicios están incluidos, cuando no lo están y estos malentendidos pueden causarte mucho daño.